Resúmen del libro
Publicado en enero de 2008.
ARQUITECTURA VERNÁCULA DE LA ISLA DE FLORES
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Cuna de una de las civilizaciones más antiguas y mejor desarrolladas del continente americano, el Departamento de Petén fue desarrollando una cultura muy valiosa, combinación de las tradiciones de sus antiguos habitantes y las costumbres y cultura de sus primeros colonizadores, mezcla que ha dado forma a nuevas conductas e idiosincrasia singulares y que no se encuentran en otras regiones del país. Dentro de estas influencias foráneas que recibió la región de Petén y sobre todo la Isla de Flores, son la vivienda y la traza urbana los aspectos en donde más fielmente se reflejan las mismas debido a sus características, tan interesantes desde el punto de vista arquitectónico, tecnológico y formal, dignas de estudio. Estas características de la arquitectura se han ido perdiendo con el tiempo, debido a la falta de controles y reglamentos en ese aspecto, que obliguen o concienticen a resguardar esos elementos arquitectónicos.
Afortunadamente, se ha desarrollado un sentimiento de identidad que compartimos los peteneros en general, orgullosos de nuestro patrimonio, que tiene como objetivo el conservar la fisonomía y el encanto de la isla y revalorar nuestro patrimonio.
El concepto de Arquitectura Vernácula es relativamente nuevo y muy discutido en nuestro medio, aún cuando el mundo empezó a tomar conciencia de la importancia de este tipo de arquitectura alrededor de los años 20 ó 30, no fue sino alrededor de los años 50 cuando en Latinoamérica se empezó a formar una conciencia popular sobre la riqueza e importancia que este tipo de arquitectura tiene para países como el nuestro, con profundas y auténticas raices históricas.
Hoy, cuando estamos iniciando un nuevo siglo y un nuevo milenio, empezando a escribir la primera página de esta parte de la historia, se hace cada vez más urgente e imprescindible tomar conciencia y valorar lo que estamos dejando detrás y es precisamente este sentimiento el que originó los motivos y las bases para plantear y comenzar este estudio.
Qué es realmente lo “Vernáculo”? En qué momento de su historia puede una región que se ha desarrollado como consecuencia de migraciones de diversos sitios considerar que sus costumbres, su lenguaje, su arquitectura es algo propio y muy singular?.
Quizás la falla al intentar definir lo Vernáculo haya sido el no situar el concepto en un período determinado del tiempo. Por ejemplo, en una región como el departamento de Petén, lo “Vernáculo” ¿es lo que se desarrolló en el Período Precolombino, con los Mayas?, o talvéz lo vernáculo es lo que se dio en los años posteriores a la conquista por parte de los españoles, o podría considerarse vernáculo lo que después de tantos años e influencias de todo tipo subsistió y llegó hasta nuestra época?.
La protección y preservación del patrimonio cultural y natural de la nación es tarea que nos compete a todos por igual. Sin embargo, se ha hecho necesaria la creación de leyes y reglamentos de parte de los organismos e instituciones encargados de velar por la conservación de nuestro patrimonio. Quiera Dios que al igual que otras ciudades precolombinas y coloniales de Guatemala (como es el caso de Tikal, Quiriguá y Antigua Guatemala), en un plazo corto de tiempo tengamos en nuestras manos alguna reglamentación específica para la conservación de la Isla de Flores, declarándola Patrimonio Cultural, antes de que se siga deteriorando y sea demasiado tarde para planificar su recuperación.
INFLUENCIAS ARQUITECTÓNICAS EN LA ISLA
Influencia yucateca en la Isla de Flores: Es interesante la similitud de las viviendas de Yucatán descritas por Alfredo Rangel en su artículo "El Hábitat Maya", con las viviendas del área rural de Petén, incluyendo también las viviendas más antiguas de la isla de Flores. En este artículo Rangel describe: "A raíz de la conquista se modificó sustancialmente la forma de vida de la península yucateca… Sin embargo en cuanto a la planificación se refiere, repitieron el esquema prehispánico: en el centro del conjunto aparecieron la capilla, las oficinas y las habitaciones de los propietarios de la hacienda, luego las de los empleados de confianza y, en torno a ello, las viviendas de los peones.
La vivienda actual (yucateca) puede tener una cierta variación en sus dimensiones pero siempre conserva las mismas constantes. Son básicamente dos tipos de planta, la absidal y la rectangular; en la primera, la base es cuadrada con los extremos semicirculares y en ambos casos la cubierta es a dos aguas. Los materiales predominantes son: bajareque y mampostería en los muros, la palma, el terrado y la teja de barro en las cubiertas. El piso en todos los casos es de tierra. Las puertas y ventanas son de madera. La cocina es un mero hacinamiento de morillos y zacate.
Por sus condiciones estructurales las habitaciones de bajareque carecen de ventanas en tanto que las de mampostería, tienen en ocasiones dos. La ubicación de la vivienda en el solar es variada: al centro de éste, próxima a la albarrada, paralela o perpendicular a la calle, aislada o en grupo. Se puede afirmar que la habitación carece, prácticamente de mobiliario. La hamaca funciona como único mueble de diversa y fundamental utilidad, en el día conforma la zona de estar y en la noche la de dormir. En ocasiones complementan a este escaso mobiliario, bancos, de características peculiares, un baúl y una mesa. El único espacio con ubicación definida es el destinado al baño con su área delimitada por una cenefa de piedra. La estructura de la vivienda está formada por cuatro postes hincados en las esquinas de un cuadrado o rectángulo de acuerdo con las necesidades del espacio requerido. Cabe mencionar que todos los habitantes siguen en las construcciones de sus chozas un modelo transmitido por generaciones. Sin embargo, no todos poseen los conocimientos suficientes para su elaboración.
Sobre los postes arman la superestructura construida por cuatro tirantes de los cuales arrancan dos largueros inclinados perpendiculares al eje mayor. Para rematar con un caballete del que parten una serie de morillos paralelos a la estructura base que van a rematar en un abanico de forma semicircular en los extremos. Transversal a esta estructura se coloca un morillo de menor diámetro y se liga toda la estructura con cuerdas de henequén, alguna otra fibra vegetal o alambre retorcido y, se acaba la cubierta con palma o zacate."
Como puede observarse, es bastante la similitud que existe entre las viviendas y la forma de vida yucatecas y las de la Isla de Flores y de toda el área del Petén. Con excepción de la vivienda de planta absidal, de la cual no se encuentran detalles en la región petenera, todas las descripciones que Rangel hace de las construcciones del área de Yucatán bien podrían referirse a las de esta región. Es más, en algunos momentos de la narración no podría distinguirse a cual de las dos regiones se refiere la descripción que se hace.
Esta similitud de viviendas, costumbres y formas de vida tiene su explicación lógica si se toma en cuenta que tanto el área de la península de Yucatán como las de las tierras bajas del centro y sur del Petén responden geográficamente a las mismas características físicas y en esa época estaban incluso bajo la misma jurisdicción política. A lo anterior, hay que agregar que, al momento de la conquista, venían, conjuntamente con los españoles que acompañaban a Martín de Urzúa y Arizmendi, aproximadamente unas cincuenta familias provenientes de Yucatán y que una vez realizada la ocupación del territorio del Petén Itzá, fijaron su residencia en el área y fueron los primeros colonos de estas tierras.
Toda esta invasión trajo consigo costumbres, formas de vida y de construcción de viviendas diferentes que, al mezclarse con las costumbres y formas de vida de los nativos del lugar y de otros colonos llegados de las Verapaces, junto con la expedición del Capitán Melchor de Mencos, le dieron su estilo a las viviendas de la Isla, pero sin perder sus características distintivas.
La arquitectura caribeña
La arquitectura caribeña -el término Caribe generalmente se refiere a un archipielago formado por islas mayores: Cuba, la Hispaniola, Jamaica y Puerto Rico, Islas Menores desde las Bahamas hasta las Antillas Holandesas del Sur- tiene características de varias corrientes estilísticas, ya que su historia, desde el siglo XVI cuenta de los diferentes imperios que se lanzaron a la conquista del territorio caribeño.
Entre las características arquitectónicas externas que influenciaron a la arquitectura caribeña se encuentran:
• El grupo africano con el bahareque.
• La industria naviera con la carpintería y la ornamentación de los barcos, trasladados a los detalles en madera de la arquitectura.
• El estilo arquitectónico franco-inglés llamado Tropical Regency, desarrollado por los constantes cambios de poder entre franceses e ingleses en los territorios ocupados por ellos.
• El "bungalow", pequeñas casas de una planta usados en la India para refugio y descanso del viajero.
• El romanticismo, cuyo valor principal es un volver a los valores clásicos de la estética, tanto en la ornamentación como en la proporción geométrica de las construcciones.
• La exposición de París, que tuvo un influjo muy marcado en los estudiantes que en 1900 volvieron a Haití graduados del París School of Architecture.
• El Art Noveau, corriente estilística que buscaba soluciones formales a los problemas de diseño, inspirándose en la naturaleza vegetal.
• El estilo árabe-morisco, llegado a través de las Islas Canarias, apreciado en estas regiones especialmente por la utilización de celosías.
• Las migraciones europeas que debido al malestar socio-político-económico que se daba en Europa, decidieron buscar mejores oportunidades de vida en América.
• El estilo internacional, que a partir de 1920 se da en la arquitectura, remarcandose el efecto del volúmen sobre el espacio, estilo este que se caracteríza por menos decoración y verticalidad. Este estilo se encuentra en cualquier país con cualquier cultura, sin tomar en cuenta, en la mayoría de los casos, el entorno y el clima.
Influencia de la arquitectura caribeña en la isla
En un artículo publicado en la Revista Galería Guatemala, No. 9, publicado por la Fundación G&t en el año 2000 y firmado por Margarita Ramírez Vargas, titulado"Flores, una isla caribeña en el continente americano", se menciona que para entender los rasgos de la arquitectura de Petén, debemos recordar que desde sus inicios este departamento mantuvo estrechas relaciones con la península de Yucatán en México y con Belice, pues era sumamente difícil comunicarse con Guatemala. Es más, Belice era un punto obligado para tomar el barco a Puerto Barrios y luego el ferrocarril hacia la capital guatemalteca. De esta manera la ropa, los alimentos, y diferentes mercancías, así como detalles arquitectónicos fluyeron de Belice a Guatemala.
La Ciudad de Flores se ha distinguido por el estilo característico del Caribe en sus construcciones: el diseño del espacio adecuado a las condiciones climáticas, los techos inclinados para favorecer el drenaje del agua de lluvia, la utilización de puertas y ventanas de madera -pintadas con brillantes colores- decoradas con diseños geométricos simples… Las casas guardan semejanza con las construcciones de las Antillas, porque tienen el primer piso de mampostería y el segundo, de madera. Este segundo piso posee un balcón en voladizo a lo largo de toda su fachada, que sirve para resguardar del sol a ambos niveles, se utiliza como área de descanso y permite mantener las puertas abiertas para que penetre la brisa. Algunas veces estos balcones tienen techos con una inclinación menor que la del conjunto de la vivienda.
Los techos son bastantes inclinados para soportar la lluvia constante -muy frecuente en la región-. Algunos son de dos aguas, otros, de cuatro. Varias casas tienen pequeñas ventanas en un costado para permitir la ventilación, otras tienen buhardillas, nombre que reciben unas pequeñas ventanas que salen del techo. Las buhardillas de Flores son más espaciosas que las empleadas en las islas del Caribe, razón por la cual permiten la existencia de puertas que dan hacia pequeños balcones desde los cuales se puede deleitar la vista al mismo tiempo que refrescar el cuerpo.
A la Isla de Flores llegaron carpinteros beliceños quienes, junto con peteneros del mismo oficio, construían casas y hacían adornos de madera calada. Estos últimos se observan en algunas barandas y en detalles de las cornisas. Las mismas se conocen como "crestería". La madera utilizada provenía de la selva petenera, pero se procesaba en Belice. Las puertas y las ventanas también son de madera; algunas son de tipo guillotina. Sin embargo, la mayoría utiliza puertecillas llamadas postigos, las cuales se abren independientemente para manipular la luz y la ventilación. Cabe mencionar que en este clima la ventilación es muy importante y es por ello que las casas tradicionales no tenían paredes interiores, la división de los ambientes se hacía por medio de canceles o biombos hechos con manta encalada.
La forma de vida que los indígenas mayas, antiguos habitantes del Petén, conservaban a la llegada de los españoles, a principios de 1697, y los estilos arquitectónicos y urbanísticos que empleaban en las construcciones y trazos de sus ciudades sagradas, influyó en cierta manera a la nueva arquitectura, importada por los conquistadores. La limitación de materiales de construcción adecuados debido a la distancia y a la dificultad de acceso de la región hizo necesaria la utilización de los recursos naturales existentes en el lugar. El techo de las casas nativas y de los ranchos recuerda en mucho a los techos de bóvedas o crestería de los templos mayas y que es utilizado en las chozas de la población; las pendientes tan pronunciadas de sus cubiertas obedecen a dos razones principalmente: las grandes precipitaciones pluviales de la región y el intenso calor y humedad del área.
El material de güano utilizado en los techos originales fue reemplazado con el tiempo por lámina de zinc traída a lomo de mula desde Belice. La aglomeración de las viviendas en la isla y la corta distancia entre ellas debido a la estrechez de las calles propiciaba la aparición de incendios debido a la fácil combustión del güano, lo que fue haciendo necesario su reemplazo por otro material más duradero como el zinc. La aparición posteriormente de nuevos materiales de construcción como el concreto reforzado llegó a sustituir rápidamente a la lámina de zinc y a cambiar la fisonomía urbana de la isla. De esta forma, poco a poco, se ha ido perdiendo la identidad urbanística y arquitectónica de Ciudad Flores, identidad que, de no tomarse medidas al respecto, se perderá para siempre.
Al resumir la historia de la vivienda en la isla, se pueden establecer períodos importantes para entender las tipologías existentes. Inicialmente, las viviendas eran de bahareque, con cubiertas hechas de material de güano, al estilo de las viviendas mayas, influenciadas por las costumbres y sistemas constructivos de la región de Yucatán. Estas viviendas fueron transformándose gradualmente. Las paredes de bahareque fueron cediendo paso a las de adobe o calicanto y las cubiertas de gúano cambiaron a cubiertas de lámina de zinc, conservando las pendientes pronunciadas que sirven para el rápido drenaje de las aguas de lluvias y para minimizar la incidencia de los rayos solares. En este tipo de paredes aparecen los detalles debajo y arriba de las ventanas, los arcos de tres puntos arriba de los dinteles de puertas y ventanas, así como los detalles en relieve en arcos y paredes.
En los primeros años del siglo XX (1900-1930), influenciados por el tráfico y comercio con Belice aparecen las construcciones de dos niveles, que vienen a sustituir los techos de lámina y en su lugar se coloca el segundo nivel de la vivienda y aparecen detalles como las buhardillas, balcones en voladizo y cornisas y detalles en madera, en barandas de corredores, etc. Este estilo modificó algunas viviendas y propició la construcción de algunas completamente nuevas. Vale la pena indicar que la construcción o modificación de viviendas de un nivel hacia viviendas de dos niveles estaban ligadas al poder económico, social o político de los habitantes de la isla.
FUENTES DE CONSULTA:
• CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LA REPÚBLICA DE GUATEMALADecretada por la Asamblea Nacional Constituyente. Guatemala. 1985.